Ficción y realidad –
Las contradicciones en el pilar de Verónica
VULTUM TUUM DEPRECABUNTUR –
Los pueblos buscan tu rostro
En el pilar de Verónica, en la Basílica de San Pedro, se aprecia una contradicción esculpida en piedra. En el ámbito inferior, en una escultura de Verónica esculpida por Francesco Mochi en 1646, Verónica sostiene un sudario en que puede reconocerse un rostro con los ojos cerrados. Por el contrario, el ángel que aparece sobre el balcón –probablemente sea obra de la escuela de Gianlorenzo Bernini–, porta un velo con un rostro con los ojos abiertos; tiene parecido con el Sudario de Manoppello: es el rostro del Señor.
Con la obra «Opusculum de Sacrosanto Veronicae Sudario» (Opúsculo del sacrosanto sudario de la Verónica) de Jacopo Grimaldi, un inventario de los tesoros de la antigua basílica de San Pedro, queda asimismo claramente documentado el cambio que a lo largo del siglo XVII se produce en las representaciones de Cristo. En la portada se representa la «Verónica»: en las ediciones de 1618 y 1620, en esta puede verse la faz familiar, con los ojos abiertos; sin embargo, en la reproducción literal de 1635 aparece una figura desconocida, con los ojos cerrados.